¿Quién dijo que los discapacitados no podíamos acceder al arte y la cultura? Una vez más demostramos que querer es poder y aguantamos varias horas de visita que al final nos supieron a poco, aunque ya a algunos nos quedaba poco resuello.
Para hacernos corta y amena la visita a la exposición permanente contamos con las habilidades de la guía Antonia García de la APIT (Asociación Nacional de Guías Profesionales de Turismo). De su mano conocimos con detalle las principales obras de nuestros dos grandes maestros de la pintura: Velázquez y Goya.
Descubrimos los secretos de la maravillosa técnica de Velázquez a la hora de captar la luz y la profundidad en obras como La Fragua de Vulcano, Las Meninas, El Cristo y otras. También nos enseñó el dominio del color y la fuerza que demuestra Goya en obras como La carga de los mamelucos y Los fusilamientos del 3 de Mayo, así como su difícil convivencia en la Corte que reflejó en sus retratos como La Familia de Carlos IV y otras obras como La Maja Desnuda o la Serie Negra.
Por si fuera poco, después aprovechamos la jornada para admirar la exposición temporal El Hermitage en el Prado que muestra a través de ciento veinte obras la gran variedad y riqueza de las colecciones del museo ruso ubicado en San Petersburgo, abarcando tanto de pintura, dibujo y escultura como de piezas de arqueología y de artes decorativas, además de trajes de época y mobiliario.
Las limitaciones tanto en tiempo como en resistencia física se impusieron irremediablemente, pero habrá más ocasiones para seguir disfrutando de nuestra mayor pinacoteca en el futuro y aliviar así la sensación de que es más lo que nos queda por ver que lo que hemos visto.
Queremos agradecer al Museo las facilidades dadas en cuanto a la gratuidad de las entradas y al préstamo de sillas de ruedas. También al Ayuntamiento de Paracuellos que nos ha ayudado económicamente en el marco del convenio firmado con nuestra asociación.
